Respuesta a: Organización y comunicación. ¿Cómo lo hace su sistema?

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Estaríamos perdidos sin nuestra tecnología. Nuestro calendario de Outlook dirige nuestra vida y se sincroniza con nuestro teléfono y reloj. También utilizamos el correo electrónico: cada uno de los principales participantes tiene su propia cuenta y nosotros tenemos una lista de correo especial a la que todo el mundo está suscrito. Todo lo que se envía a la lista se copia en las direcciones de correo electrónico de todos, así que enviamos un correo al grupo si tenemos que comunicar algo importante.

También llevamos un diario. El blog de T-E-C es uno de nuestros diarios, pero también llevamos uno escrito a mano. Nos dimos cuenta de que un diario escrito con bolígrafo no se puede editar tan fácilmente como algo en un ordenador (es decir, duh) y que es mejor para temas delicados que, de otro modo, podrían ser eliminados. Tenemos la estricta norma de que nuestro diario escrito no puede compartirse directamente con nadie ajeno al sistema. Es para animar a escribir sobre temas incómodos y vulnerables.

Por último, tenemos comunicación interna. No siempre es directa entre nosotros, pero hemos encontrado líneas de comunicación para ir de la A a la Z. No es el 100% ni mucho menos, así que seguimos necesitando nuestro calendario y nuestras comunicaciones escritas.

Somos pésimos programando el tiempo para todos y utilizando desencadenantes positivos para que la gente salga en cualquier horario. Intentamos darle a Saoirse las horas de trabajo, y se supone que Janet tiene al menos una noche a la semana para jugar a videojuegos, pero a veces eso no funciona. Como ahora, sería ideal que Saoirse saliera en vez de yo. Sin embargo, hemos descubierto que los desencadenantes positivos funcionan peor tras un uso intensivo, así que intentamos reservar los más potentes para las emergencias. Con los años, los activadores positivos pierden su fuerza en nuestro sistema. Tu experiencia puede variar. En general, dejamos que los cambios se produzcan cuando se producen, y depende de quien esté fuera mirar el reloj o el teléfono para ver qué deberíamos estar haciendo y dónde tenemos que estar.