Cómo puede afectar a una persona haber sobrevivido a un maltrato físico en la infancia
Sobrevivir a los malos tratos físicos en la infancia puede tener repercusiones graves y serias que perduran hasta la edad adulta. Estos efectos pueden manifestarse de muchas maneras: emocionales, físicos, psicológicos, etc.
Problemas de salud mental: Mayor riesgo de trastornos mentales como depresión, ansiedad, TEPT y tendencias suicidas.
Consecuencias para la salud física: Los problemas de salud a largo plazo, como el dolor crónico, los problemas cardiovasculares y los trastornos autoinmunitarios, pueden estar asociados al estrés provocado por el maltrato físico en la infancia.
Dificultad en las relaciones: Dificultades para establecer y mantener relaciones sanas debido a problemas de confianza, miedo a la intimidad o problemas de comunicación.
Problemas de comportamiento: Mayor probabilidad de adoptar conductas de riesgo, abuso de sustancias o conductas agresivas como mecanismos de afrontamiento.
Impacto en la autoestima: Baja autoestima y una imagen negativa de sí mismo, a menudo como resultado de sentimientos de inutilidad y vergüenza asociados al abuso.
Las investigaciones actuales muestran que el 30-40% de las víctimas de ASI se convierten a su vez en autores de abusos, lo que conlleva el riesgo de un ciclo continuo sin intervención terapéutica externa.
Es importante que busques ayuda de un profesional si tienes dificultades: la curación lleva tiempo y, desde luego, no estás solo. Aunque la curación no es fácil y no hay una "solución rápida", es posible y existen recursos y apoyo para ti.
Fuentes:
Springer, K. W., Sheridan, J., Kuo, D., Carnes, M. (2007). "Consecuencias a largo plazo para la salud física y mental del maltrato físico en la infancia: Results from a large population-based sample of men and women". Child Abuse & Neglect, 31(5), 517-530. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/11731348/
Widom, C. S., Czaja, S. J., & Dutton, M. A. (2014). Victimización en la infancia y revictimización de por vida. Child Abuse & Neglect, 38(3), 533-543.